11 La Fuerza de Voluntad
Todos nacemos con un diseño psíquico, un carácter y un temperamento que con el tiempo conforman una personalidad única como las huellas digitales y que está compuesta de virtudes, fortalezas, debilidades y defectos.
Hay personas extrovertidas o reflexivas, individuos donde domina la razón a los afectos, y al contrario, serán introvertidos o sentimentales, aquellos donde prime lo emocional.
Hay tipos intermedios que por circunstancias experienciales de la vida van equilibrádose.
• El tipo introvertido-sentimental pertenece al tipo irracional o sacralizante que tiene su razón de ser sólo dentro de una cultura del ícono.
• El tipo extrovertido-reflexivo pertenece al tipo lúdico, que tiene su razón de ser sólo dentro de una cultura lúdica.
♡ Los sacralizantes son personas sentimentalistas que manifiestan emociones sublimes, se hacen teleólogos rigurosos, filósofos, dogmáticos, epistemólogos, empiristas, cientificistas, teólogos, metódicos, positivistas, existencialistas, fatalistas, ideólogos, intelectuales, profesionales de tiempo completo como médicos, funcionarios públicos, banqueros internacionales y militares; y en lo escatológico, gurues, ascetas, profetas, hombres del destino, psiconautas, avatares, sacerdotes, fanáticos religiosos, “pastores”, abelitas, etc.
Un religioso y un marxista, pertenecen al tipo sacralizante, un creyente y un ateo; Dios y el Partido.
El símbolo o arquetipo psicoideo...la Divinidad o Marx, emergen con potencia en su conciencia, tornándolos impotentes volitivamente a la hora de contrarrestar la FAGOCITACIÓN del símbolo sagrado en su despliegue entelequial, Divinidad o Marx se alimentan de su energía psíquica.
El sacralizante es INTOLERANTE y trata de imponer sus paradigmas culturales, son personas completamente FAGOCITADAS por el arquetipo psicoideo, el símbolo sagrado, el ícono cultural o el ente paradigmático.
El “profesional eficiente” MANIÁTICO LABORAL, causante de serios trastornos psicológicos como el “estrés” y la adicción al trabajo.
El "religioso extremista" MANIÁTICO RELIGIOSO, completamente fagocitado por el "libro sagrado" el cual se aprenden de memoria y repiten una y otra vez jaculatorias automáticas, sus votos de consagración pobreza, castidad y obediencia que en el caso de los islamistas les hace no temer inmolarse ante los "infieles".
El "revolucionario" MANIÁTICO MASOQUISTA, se sacrificará por la revolución y su comandante, hasta se inmolará por la “justicia social” junto al “huelguista de hambre” asumirá la medida hasta las últimas consecuencias..."patria o muerte".
¡EL SACRALIZANTE ES SU SACRIFICIO DOLOROSO!
El precio que hay que pagar consiste en DOLOR, es decir, realizar el SACRO-OFICIO, SACRIFICIO.
♧ Los lúdicos en cambio buscan a toda costa escapar del dolor; su extroversión reflexiva la usan para "amagar" jugar con la razón a las tensiones del símbolo sagrado mediante el uso de la negación, es decir, rebajando al ícono, símbolo, ente, a su mínima expresión semiótica; pone sentido, pero reprime cualquier significación enervante, propia del ente traumático; son los escépticos, agnósticos, minimalistas, intelectuales mitigados, simples creyentes, superficiales, mediocres, oportunistas, conformistas, cepillos lame culos, los que aceptan las cosas como son, no dudan, se evitan tensiónes dramáticas extremas, averiguan los cómos, porqués y siguen a sus conveniencias.
No renuncia a los símbolos, más bien, un DESEO inconsciente los induce a tratar de apoderarse de ellos con el mínimo sacrificio.
Entonces juegan a la pareja, si el símbolo que desean poseer es una mujer, o juegan a representar tal o cual papel, SIN COMPROMISO, para evitar dependencias, problemas, complicaciones, etc., es decir, nunca se juegan el todo por el todo, siempre proyectan un “alter ego”, una especie de personalidad reflejada, que es la que se arriesga realmente en el juego, ya no drama.
La vida para este sujeto es un juego, siendo muy difícil emprender con ellos una empresa seria, llena de significado.
☆ Hay personas que manifiestan ambos tipos psicológicos indistintamente, debido a los signos de los tiempos, la “globalización”, el consumismo; la corrupción y las pandemias...la vida se ha convertido en un laberinto de elecciones, y detrás de cada elección o drama superado, espera otro, y luego otro, a así, sucesivamente.
Entonces, en esa constelación de dualismos psicológicos, surge un tercer tipo dotado de INTUICIÓN SIMBÓLICA, lo suficientemente valiente como para dejarse de jueguitos, de dramas dolorosos sin sentido, y consciente de que le queda MUY POCO TIEMPO para encontrar la salida de este laberinto, antes de perecer en el OLVIDO.
A estas personas se las llama “los buscadores de la verdad”...y no son necesariamente periodistas...
El psicólogo suizo Carl Gustav Jung nos dice muy acertadamente que la INTUICIÓN es una función de la PERCEPCIÓN INCONCIENTE por lo que es muy difícil captar su función conscientemente.
“Más, para que la intuición llegue a vías de hecho ha de reprimirse en grado sumo la percepción.”
Las personas INTUITIVAS EXTRAVERTIDAS buscan posibilidades en todo, son intensas, entusiastas sin apegarse demasiado porque si hay otra posibilidad lo dejan de manera fría, sin piedad y sin recuerdo; su moral no es intelectual ni sentimental.
Tienen su propia moral, que al ser extrapsicológica es meta-ética, la de ser fiel a su intuición. En la cultura trovadoresca de los cátaros del siglo XIII, esta fidelidad es llamada minne o fidelidad de a-mort.
Las mujeres son con más frecuencia intuitivas que en los hombres...el hombre propone y la mujer según las posibilidades dispone.
El intuitivo fragmenta su vida con demasiada facilidad al ejercer un influjo vivificante sobre gentes y cosas, difundiendo vida en torno suyo; más él vive ni vive tanto para sí, sino para los demás.
La fuerza volitiva (fuerza de voluntad) de estas personas es enorme, por eso el mundo capitaliza esa tremenda energía para la evolución de sus entelequias. Por eso el sistema ha ido creando una
formidable RED DE ILUSIONES, con el fin capturar a los sujetos que pertenecen a este tipo psicológico.
El INTUITIVO desdeña el uso de la razón y la emoción, como elementos cardinales de su mundo psicológico, y los substituye por la meta-cognición, o intuición simbólica, es decir, es como un niño, donde se sobreponen los contenidos arcaicos de su inconsciente, a las costras culturales del sujeto colectivo, la cultura y el ambiente.
Es por eso que este tipo de personas tienden a ser gnósticos, para utilizar un término menos estigmatizado por la cultura; son autodidactas, buscan obtener conocimiento del pensar por y desde sí mismos.
Dentro de esta tipología se encuadran autodidactas en todos los contextos como ser artistas, líderes, conquistadores, deportistas, innovadores, creadores, originales, solitarios, aventureros, reformadores, revisionistas, inconformistas, buscadores, inventores, en fin, sujetos siempre NOTABLES, aristocráticos, sobresalientes, que de una u otra manera, consciente o inconscientemente, persiguen una individuación, escapando de la corriente paradigmática de la cultura y los sujetos colectivos universalmente aceptados.
Este grupo de personas vive en función del desequilibrio psicológico, en pos de estados alterados de conciencia, y por lo mismo, no son abarcables para un estudio científico, que se ajusta siempre a pautas predeterminadas.
En este tipo abunda mucho la tendencia psiconauta, aunque de manera diferente a la tendencia psiconauta sacralizante, pues las más de las veces logran zafarse de las dependencias psicotrópicas.
Al contrario de los lúdicos, logran manifestar altos niveles de dramatismo en las relaciones con símbolos y entes diversos, y al contrario de los sacralizantes, logran suspender las tensiones dramáticas, las dependencias psicológicas resultantes, liberándose de las ataduras kármicas, o desajustes energéticos que por lo mismo, desequilibran sus estructuras psicológicas, es decir, en ellos es preponderantemente relevante y notorio, el rasgo diferencial por excelencia: la fuerza volitiva.
Estos individuos manifiestan inclinaciones hacia la “cultura” bélica, actitud epopéyica, rebeldía heroica, a las artes marciales y guerreras, predisposición hacia la melancolía, hacia el recuerdo y reminiscencia del pasado ancestral.
Por eso en estos sujetos puede canalizarse la facultad ANAMNÉSICA. Es muy importante para ellos el cumplimiento y la eficacia de la palabra empeñada.
Generalmente son, o lectores terriblemente disciplinados, o no leen nada en absoluto, confiando únicamente en el poder de su intuición simbólica.
Manifiestan una predilección por la soledad, lo que generalmente les impone una pobre vida social.
Lamentablemente, son románticos a ultranza, y llegan a formular complejos idilios amorosos, que rara vez pueden concretarse fuera del ámbito platónico imaginario.
Esta gran debilidad se hace patente en su relación con el sexo opuesto, y las relaciones se hacen inestables y tormentosas.
Como afirma Jung, son tenaces y desinteresados, por lo que tienden a dejar las cosas a medias.
Pueden ser terriblemente fríos y desapegados, como también ardientes y pasionales, esta dualidad no puede explicarse, pero tal vez es atribuible a una cierta soberbia natural que los impele a buscar desafíos y a soportar altas dosis de dolor y sufrimiento.
Cuando consiguen orientarse absolutamente, logran inspirar en los demás los más elevados anhelos, las altas cumbres.
Llegan a sentir un gran desprecio por el mundo, y todas sus estructuras las ven como una sería amenaza a su propia autonomía.
Su tendencia de abrirse hacia el infinito, hacia la posibilidad pura, acrecienta su oposición a las estructuras y superestructuras, por lo que generan el rechazo deliberado de éstas.
Dicho de otra manera, no encuentran su lugar en el mundo, y por ello su soledad no es solo auto impuesta, sino resultante, un efecto energético desatado por esa oposición consiente o inconsciente al mundo de la materia.
Por ello la mitología hebrea lo asimila al errante, de error, a Caín. Son individuos aristocráticos, y su despliegue comunicacional logra su máximo desarrollo con el uso de las artes.
Como tienen intuición simbólica, logran acceder a una meta-cognición, y al uso de los lenguajes y las inteligencias múltiples. Si logran la individuación es de esperar que asuman las paradojas, resistiendo su poder disolvente a pura fuerza de voluntad.
El liderazgo en ellos es una virtud cardinal, por lo que los conquistadores siempre pertenecieron a este tipo extrapsicológico, y por eso siempre son muy pocos.
Es posible salir del laberinto existencial, superar el abismo antológico y el fatalismo resultante, lo único que debe hacer es asumir una actitud meta-ética hacia la vida y afrontar con honor los símbolos con los que se enfrente.
Son personas con EGO, aptas para ser Apolares y sus características personales los ayudarán mucho en el camino de la vida si aprende lo necesario.
Tienen siempre en cuenta que toda vía de liberación exige mucho esfuerzo, pero los réditos son gigantescos.
La mayoría de la gente sólo quiere un trabajo estable con un seguro de salud, una familia estable, una casa con chimenea, un auto utilitario y un perro.
Sólo se quiere “vivir la vida” para el final de los días, ser recordados por la familia y paulatinamente olvidados e ignorados como la mayoría de los muertos en el cementerio, tarde o temprano dejan de ser visitados.
La finalidad de las personas intuitivas, es lograr ser independientes del tiempo; sincronizar la consciencia al reloj biológico, independientemente del tiempo externo...osea ORIENTARSE.
"Encontrar la verdad" absoluta dentro sí mismos, una superación inimaginable de todos los traumas y complejos que les aquejan.
Llevar el recuerdo primigenio del Origen en su sangre. Su destino está construido con adobes que ellos mismos han fabricado.
Sus decisiones son del Espíritu y su mayor luz en el camino de las sombras es el entendimiento...su Lámpara Perene se enciende con fuego negro y su nostalgia por la Aldea Original es la que guía de sus actos.
Fuente: La Lengua del Pasú
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