07 La Angustiosa Insatisfacción
El humano es una criatura angustiada, no existe saciedad perpetua ni felicidad eterna.
El mundo moderno materialista es una fábrica de deseos... el pobre necesita satisfacer su hambre y el rico, necesita... hacerse la cirugía plástica.
Básicamente si puedes comer, dormir, excretar y reproducirte... eres un ser viviente sustentable.
• Un gorila, se atribuirá un territorio que ningún otro congénere debe invadir, buscará su alimento, aglomerará a las hembras del grupo y tendrá áreas seguras donde reposar y reproducirse...hasta que otro gorila joven y fuerte lo desplace.
• El Neandertal en cambio era nómada y tuvo que desarrollar cultura rudimentaria, pues confeccionarse un taparrabos con fino cuero de venado o tallar una piedra con otra piedra y crear una punta cortante que amarrada con fibras vegetales a un palo era hacerse un arma...taparabos, piedra tallada y lanza son objetos culturales.
Poco a poco, las necesidades fueron evolucionando hasta llenar la mente del Neanderthal...cada vez iba sofisticando su armas y utencillos.
Las necesidades se originan en las más básicas exigencias de la vida y el humano descubrió que tenía el poder de modificar su entorno a su gusto.
¿A que aspiraba el Neanderthal promedio de a pie?
• Cubrirse con pieles cómodas el cuerpo,
• Hacerse un "calzado resistente",
• Tener una lanza bien resistente, pulida y filuda;
• Hacerse un bolso para cargar lo recolectado,
• Tener puntas de repuesto,
• Ubicar una caverna confortable como refugio,
• Cazar una buena pieza de carne...etc.
El Neanderthal tenía claro hasta dónde llegaban sus necesidades y empezaban sus deseos.
• El Sapiens moderno ya sedentario poseedor de técnicas agropecuarias, alfarería, artesanía y construcción, gracias a su vida en comunidad, sofistica sus utencillos culturales gracias a la metalurgia... el exceso generó el trueque y luego el comercio... hasta que el gén egoísta se desarrolló y creó clases sociales... las élites guerreras y sacerdotales, la espada y el mito... para el control de la masa de agricultores y comerciantes...Caín y Abel decifrados... en su verdadero contexto.
El budismo sostiene que “la vida es sufrimiento y la causa de ese sufrimiento es el deseo”.
El deseo se origina en una esfera de pensamiento conocida como “Yo psicológico” y sus deseos son infinitos.
El primer trauma del bebé...recibir una palmada en la nalga para respirar y llorar... luego sentirá hambre, antes todo lo tenía en el vientre... conclusión “quiero volver al vientre” primer objetivo de la vida, buscar volver a la zona de confort.
El confort es el primer deseo y en la búsqueda de aquello pasaremos el resto de la vida.
Un hombre ve a una mujer bella, la desea, no la obtiene, sufre.
Una mujer ve a un hombre atractivo, lo desea, lo obtiene, teme que le sea infiel, sufre.
Un bebé tiene hambre, ve el biberón, no lo alcanza, sufre...si alcanza el biberón y se lo quitan, también sufrirá.
Si el niño bebe leche hasta la saciedad, el hambre volverá y siempre quedará la incertidumbre de la presencia o la ausencia de ese biberón.
Un hombre se siente ignorado por sus amigos y sufre, y hace de todo para lograr algo de reconocimiento; se embriaga como estúpido con ellos para ser aceptado, contará chistes, hará gestos, contará anecdotas, hace de todo para ser aprobado, porque la ausencia de reconocimiento le duele.
La conclusión es que el deseo se origina en la intrínseca relación entre “lleno” y “vacío”, donde el trauma de una necesidad biológica no satisfecha es sustituida por una sensación de vacío, que luego se convierte en deseo.
Existen deseos “consientes” e “inconscientes” y una de las primeras reglas del humano satisfecho, exitoso y, principalmente, orientado es que debe conocerse a sí mismo.
Un profundo proceso de introspección y reflexión, para liberarnos de las ataduras del consumo, manipulando al deseo.
“Mi verdad nunca puede ser tu verdad”...sólo son puntos de vista que por su limitación no pueden abarcar toda la verdad, sólo coiciden o discrepan en fondo y forma como producto de la experiencia individual.
Por esa razón nosotros nos juntamos con gente que tenga intereses iguales o similares a los nuestros.
A la par de ello también nació la hipocrecía o diplomacia... como una manera de tolerancia.
“Lo único absoluto es que todo es relativo”, cuando me conozco también asimilo las infinitas diferencias con los demás.
YO SOY cuando concluyo en MI VERDAD y ésta es absoluta para MI y cuando quiero compartirla se torna relativa para los demás.
Por lo tanto, lo absoluto únicamente tiene lugar en mi interior, y lo relativo tiene lugar sólo en el exterior de mi ser”.
Si no me conozco a mi mismo, soy una persona relativa que provoca sólo incertidumbre.
La personalidad psicológica es la sumatoria de experiencias afectivas e intelectuales que conforman nuestro mapa mental, determinado por las facultades de nuestro temperamento y carácter.
Esta personalidad funciona en base a un volumen determinado de emociones negativas y positivas que van desde el paroxismo (obsesión) a la indiferencia.
Ese Yo psicológico, esa personalidad... es el Alma y su accionar se basa en el “causa-efecto” y en “actos reflejos” motivados por nuestro instinto de supervivencia.
La educación, programación y amaestramiento de las personalidades se basa en la experiencia de:
“Error/Castigo – Acierto/Premio”.
Cuando eres suceptible por tus necesidades, has lo que yo quiero y estarás en gracia conmigo...así nace la degeneración y corrupción...por conveniencia.
Esa lógica causo-efectual del conductismo es la prima que, a priori, se implementa dentro del hogar y el trabajo.
Los últimos 40 años en occidente y 2500 años en oriente, se ha luchado para diluir el EGO en aras de la supra-consciencia.
En el budismo se habla de chakras los cuales están depositados entre la Cuarta Vertical (la vida misma) y el péndulo dorado del corazón (amor puro), lugar de cruce donde el EGO desaparece y la fusión con el cosmos se hace posible.
Esto, en términos meta-éticos, es una aberración... fomentada por la élite controladora.
El Mito de las Cavernas de Sócrates hace referencia a ello mencionando al hombre que sólo podía percibir el mundo externo a través de sombras.
El EGO, al contrario de lo que reza la cultura popular, no es un ente vanidoso, megalómano, narciso, onanista e iconoplasta; eso es el Yo psicológico o Alma.
El EGO es, en realidad, el verdadero YO, nuestro YO en ESPÍRITU Y VERDAD.
Nuestra personalidad necesita energía para funcionar, para animar todo el organismo microcósmico...producto de la evolución material.
Karl Gustav Jung llama a esta fuente de poder, Energía Psíquica.
El cuerpo humano sólo es un soporte físico, como el hardware de una PC, es decir, es un receptáculo orgánico conformado por un conjunto biomolecular de órganos y sistemas de órganos.
El Alma es la Psiquis y para describirla se lo hace a través de "esferas psíquicas".
La “Esfera Sensorial” está conectada bi-unívocamente a las estructuras psíquicas a través del sistema nervioso central y el sistema endócrino.
La Esfera Sensorial contiene las Esferas “Afectiva o Emocional” y la “Racional”.
La Esfera Afectiva es IRRACIONAL y sus contenidos sémicos activan el sistema endócrino.
El centro afectivo está vinculado al CORAZÓN.
El centro de la racionalidad está vinculado a la memoria arquetípica o CEREBRO, y es conceptual.
En ambas Esferas hay contenidos estructurados, pues ambas Esferas tienen capacidad de almacenaje memórico y conforman la “Estructura Cultural”.
Enlazando estas estructuras psíquicas, emocional y racional, se encuentra el centro de la personalidad o Alma, emerge una tercera Esfera con una memoria que almacena recuerdos conscientes y que por eso mismo se llama ESFERA DE CONCIENCIA.
En esta Esfera está el centro referencial psicológico del Sí Mismo.
La conciencia se sirve de las memorias afectivas y racionales para estructurar la INDIVIDUALIDAD psicológica.
A este Alma-cena-miento de recuerdos, se la denomina desde hace milenios “El Alma” o "Alma de Dios bendita..."
La intersección de las tres Esferas conforma un espacio que se denomina “Esfera de Sombra” y representa al Inconsciente personal o subconsciente.
Todos símbolos se estructura en la Esfera de Sombra a priori, de allí emergen a la Esfera Consciente a través del esfuerzo volitivo del individuo.
La no emergencia de estos símbolos es el principal motivo de los trastornos psíquicos.
El símbolo en forma de tridente es llamado “Umbral de Conciencia”.
Esa “opacidad” inherente a la Esfera de Sombra es el obstáculo para la emergencia de los símbolos del inconsciente.
Por esa "opacidad" nuestra personalidad o Alma ignora lo que hay en la Esfera de Sombra provocando traumas, complejos, temores, etc.
La incapacidad de percibir los fenómenos inconscientes nos inhabilita para ver más allá de nuestras vidas domésticas, es por eso que no vemos nada más lejos de nosotros mismos en el sentido psicológico.
Por causa de esa ceguera, de ese daltonismo gnoseológico, que quedamos atrapados en la vida, persé.
Por eso celamos a nuestras esposas, por eso sufrimos las injusticias laborales en lugar de solucionarlas, debido a ello padecemos acontecimientos que salen de nuestro control.
La causa de todo está ahí, los elementos “negativos” del inconsciente son Engramas.
Un engrama es un evento almacenado en la memoria de la Esfera de Sombra o inconsciente, totalmente ajeno a nuestro raciocinio, son esas reacciones ante una situación cumbre, las lagunas mentales, los no me acuerdo y la experiencia desagradable que la persona no quiere enfrentar y la almacena...para después, generando una serie de miedos y dolores.
• El Consciente almacena haceres y no-haceres.
• El Subconsciente almacena iras.
• El Inconsciente almacena temores.
Estos tres planos de almacenamiento o memoria subyacen junto a los núcleos del deseo provocados por la carencia biológica y la experiencia del
vacío.
• Lívido sintiendi = Infinitud del deseo de sentir, comer, odiar o fornicar.
• Lívido cognoscienti = Infinitud del hambre de conocimientos, sin entendimiento, para justificarse a sí mismo y también las conductas.
• Lívido dominante = Infinitud del deseo de dominar a los demás.
El deseo generado por el Yo psicológico o Alma, contrasta con la total indiferencia al deseo, generado por el verdadero Yo, el EGO o Espíritu.
• La Esfera Racional tiene su sustento físico en el cerebro, todo razonamiento es producto de la percepción sensorial y desarrollado mediante la experiencia.
El desarrollo de las inteligencias espacio-temporal, lingüística, emocional, matemática, lógica, reflexiva, creativa y crítica son atribución del diseño causo-efectual de nuestra mente.
La impresionante máquina cerebral funciona por medio de procesos bio-eléctricos, las neuronas son organismos que trabajan por medio de impulsos eléctricos.
Nuestros pensamientos son impulsos electrónicos, muy similares a los que se dan en una computadora.
Lo que escapa a la fisiología del sistema nervioso es el funcionamiento magnético del mismo.
• La Esfera Emocional tiene su contraparte física y sémica en el corazón; intrínsecamente, las hormonas, como producto glandular, son el
substrato de los procesos químicos que generan nuestras emociones, las que nos provocan taquicardias cuando nos enamoramos o nos enfurecemos.
El director que orquesta esta sinfonía de emociones es el hígado, que le da protagonismo al corazón.
Siendo textuales, amamos con el hígado. Por acreción hormonal, el corazón se activa mediante impulsos magnéticos para generar las emociones más sublimes.
Es la referencia que tenemos con el mundo sensible, referencias emocionales que posteriormente, formarán los Engramas que se generan por nuestras experiencias traumáticas.
La impresión en la memoria afectiva no sólo se activa desde la esfera consciente, sino que también se almacena en el subconsciente, constituyendo el esquema del Yo psicológico o Alma, lleno de complejos de inferioridad o superioridad (caso narcisistas o emos).
La Esfera de Sombras, o inconsciente, es el que ejerce el rol más protagónico en la arquitectura del YO; allí donde se aglutina la mayor cantidad de energía psíquica del individuo.
Es la menos conocida por la ciencia occidental que ignora la poderosa influencia que ejerce en todos los contextos de nuestras vidas, sean estas exitosas, patéticas, o ambas.
La Psicología moderna trata los trastornos mentales desde Esfera de Sombras, tratando de hallar las causas de la depresión, la paranoia, la esquizofrenia, el estrés; e incluso las más bizarras características sexuales, tales como el sadomasoquismo, la homosexualidad o la pedofilia.
La contraparte física del inconsciente es el centro de la sexualidad, el hipotálamo y los órganos genitales.
Asimismo, la contraparte física del subconsciente se halla el encéfalo y las glándulas pineal y pituitaria.
Ambas partes, desprendidas desde la sombra perceptual, constituyen nuestra memoria de sentido; aquella que es en verdad relevante y que no guarda recuerdos vía experiencia sentida o razonada, sino que almacena recuerdos que van más allá de la experiencia.
He ahí la explicación de los sueños mientras dormimos, el efecto déja vu, los desdoblamientos, la intuición, la capacidad de premonición y todos
aquellos fenómenos que los materialistas tildan de “agreste esoterismo para la masa estúpida”.
Existe un punto de inflexión, lugar donde emergen los eventos más inexplicables de nuestra mente, en que la Esfera de Sombras se hace postora del único mecanismo de recuperación del verdadero sentido de las cosas: la Anamnesis.
• La Anamnesis es la facultad de hacer emerger del inconsciente, anclado por subconsciente, recuerdos que podríamos calificar de “ancestrales”.
La Quinta Esfera es el verdadero almacén de lo inexplicable, nuestra propia “Caja de Pandora”.
Es aquí donde el individuo se enfrenta a sí mismo, éste es el espejo, el laberinto de nuestra mente; con minotauro y todo.
Biológicamente hablando, esta memoria se halla en la sangre... ¡Sí, en la sangre!
La sangre tiene glóbulos rojos o eritrocitos y glóbulos blancos o leucocitos.
Los leucocitos son células sanguíneas, allí existen unos organelos conocidos como mitocondrias.
Estas mitocondrias, responsables de la producción de energía de la célula, contienen un código genético que constituye la memoria de nuestra herencia familiar.
Según el ADN mitocondrial, toda la especie Sapiens Moderna desciende de una mujer AFRICANA.
En la memoria de nuestra herencia familiar, allí es donde, fisiológicamente, se hallan los elementos que emergen a nuestra Esfera de Sombras.
¿Cómo?
El inconsciente y el subconsciente se despliegan desde el encéfalo, el hipotálamo, la glándula pineal y la glándula pituitaria.
Este conjunto de órganos y glándulas conforman el eje del sistema linfático, límbico y endocrino; puntualmente, el sistema linfático es el responsable por la generación de glóbulos blancos.
Una anomalía sanguínea a nivel de leucocitos, como el cáncer, tiene su origen en deficiencias de la médula ósea que, a su vez, ve sus fallas originadas en malfuncionamientos glandulares y multiorgánicos por células cancerígenas; PSÍQUICAMENTE ENGRAMADAS.
Si pensamos en el ADN mitocondrial de los glóbulos blancos como hogar de la memoria de sentido, de los fenómenos inexplicables de nuestra mente, podemos deducir que aquellos eventos tienen su función orgánica desde el sistema linfático.
No así desde el cerebro o desde las reacciones y relaciones afectivas. ¿Queda claro?, ¿no? Es simple.
El ADN nuclear de los leucocitos sólo sirve para la mitosis. El ADN mitocondrial es nuestra verdadera herencia. Y ésta no sólo se halla en los óvulos y los espermatozoides.
Aparentemente, los problemas del mundo actual deben ser solucionados por los políticos, los ecologistas y los formadores del pensum educativo vigente en cada país, mismos que están
determinados por la línea política del gobierno en función de poder.
Luego entonces, únicamente ellos deben resolver los problemas; incluyendo los nuestros, los tuyos y los míos, ¿cierto? ¡Claro que no!
Tú y yo también somos parte de esa solución, y eso no nos convierte en adeptos de una doctrina política, necesariamente, ni en especuladores sociales o charlatanes que sólo buscan incrementar sus beneficios personales.
La vida es un sueño, uno muy pesado. La familia, el trabajo, el dinero, el sexo, la diversión, las tragedias; todo es una descomunal fatamorgana en la que nos hallamos inmersos y atrapados.
Aquel que se atreva a criticarla corre el riesgo de ser juzgado, a priori, de fanático, de soñador, de utópico.
Fuente: La Lengua del Pasú
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